
Hola, soy Carolina Aravena Costa.
Nací en Viña del Mar en 1973 y vivo en Santiago desde 1996. Soy mamá de Catalina y Agustín, y aunque hace más de 12 años trabajo en una compañía de software, mi verdadera pasión es la fotografía, a la que me dedico desde 2013.
Nací en Viña del Mar en 1973 y vivo en Santiago desde 1996. Soy mamá de Catalina y Agustín, y aunque hace más de 12 años trabajo en una compañía de software, mi verdadera pasión es la fotografía, a la que me dedico desde 2013.
Desde que tomé una cámara por primera vez, me atraparon la luz, el movimiento y la vida que habita en la naturaleza. Empecé fotografiando aves sin saber mucho, como una forma de aprender. Con el tiempo, fui comprendiendo su importancia en los ecosistemas y sentí que mis imágenes debían ser tanto estéticas como técnicas, para invitar a otros a conocerlas, valorarlas y protegerlas.
Mis viajes tienen siempre el mismo motor: explorar y registrar la biodiversidad de los lugares que visito, con un foco especial en la fauna silvestre y las aves. Me interesa mostrar lo que muchas veces pasa desapercibido y generar una conexión visual y emocional con lo que nos rodea.
He participado en dos libros junto al colectivo Naturaleza Revelada, con quienes también expusimos en el Museo MUI de Las Condes, Chile con la muestra “Naturaleza Revelada: Costa Central de Chile, Humedales, Playas y Bosques”. En 2022 publiqué el ensayo “Fotografiando mi Chile” en Caption Magazine y ese mismo año obtuve el segundo lugar en el concurso de fotografía de la Fundación Kennedy, en la categoría Habitantes del Humedal. En 2023 mi trabajo fue destacado en la edición del 5 de marzo de Revista Domingo de El Mercurio, y en la edición 38 de Paws Trails Magazine.
Mi objetivo es mostrar la belleza de nuestra biodiversidad y ayudar a tomar conciencia sobre la urgencia de cuidarla. En un mundo que va rápido y mira poco, creo que detenerse a observar es un pequeño acto de resistencia. Si una de mis fotos logra que alguien se detenga y mire con asombro, entonces ya valió la pena.